Que como supe que iba a ser tu mamá?
Es un poco difícil de explicar pequeñín, pero como tengo por costumbre no mentirte intentaré hacerlo de la mejor manera que pueda.
En realidad, nunca imaginé que vendrías o cuando lo harías. No dedique ni un segundo a pensar cómo sería tu venida porque no te esperaba, la verdad.
De hecho, el día que lo supe, el día que papá y yo lo supimos, por nuestras cabezas se pasó la idea de que nuestra casita, y nuestra vida, se tendría que acomodar al pequeñín que venía, pero todo se desencadenó con una naturalidad que, pensada un tiempo después, llama la atención.
Papa y yo, en el mismo momento  de saber que venías en camino se vieron invadidos por una sensación de alegría, emoción...difícil de explicar. Imposible de explicar.
Y no te lo puedo explicar porque es una emoción que guardaré y sentiré de por vida pero que no me es posible explicarte.
A veces me dices, ¿mamá, yo te daba patadas cuando estaba en tu tripa? Y yo te respondo que sí, pero me da cierta tristeza porque apenas recuerdo esas pataditas, como apenas recuerdo lo que pesabas cuando te dormía en mis brazos, o cuando te daba el biberón... Pero es una tristeza efímera, no te creas, porque me vale con girarme para cogerte, para correr a tu lado, para luchar con espadas...
En realidad, creo que nunca supe que iba a ser mamá, creo que tú me hacías saber que estabas ahí y que dentro de un tiempo nos conoceríamos. Creo que sabías que por mi impaciencia no aguantaría tanto para conocerte y decidiste acortarme los tiempos. De hecho, creo que nunca sabré ser una verdadera mamá, creo que solo sabré ser tu mamá.
Ahora me preguntarás tú: ¿y por qué?
Y yo te diré, porque te quiero mi amor.